El barrio de chabolas Kalakar Colony en Nueva Delhi
(Corto video sobre el barrio de chabolas al final de esta página)
En el barrio de chabolas de Kalakar Colony viven algo más de 5.000 personas amontonadas en una superficie similar a la de un campo de fútbol y en unas condiciones realmente infrahumanas, la mayoría de ellos artistas callejeros ("Kalakar" en Hindi) dedicados a costumbres ancestrales como bailarines, contadores de cuentos, magos, etc. Allí las familias viven y duermen en una sola habitación de 4 metros cuadrados echados en el suelo de tierra batida con la misma ropa que han utilizado el día anterior y utilizarán al día siguiente, y cada día hasta que esté completamente hecha jirones. Carecen casi de todo, y lo más necesario como el agua se distribuye gracias a 40 grifos públicos, lo que supone una media de 125 personas por cada chorro del líquido vital - que funcionan solamente cuando hay electricidad. En caso contrario solo quedan 5 grifos para todo el colectivo, es decir uno para cada 1000 habitantes, y ello sucede continuamente y todos los días. No existen sanitarios ni nada que se les asemeje; las necesidades básicas del ser humano se ven obligados a hacerlas en los pequeños canalillos de aguas fecales que recorren las estrechas callejuelas lo que provoca un fortísimo y continuo hedor en todas las calles del slum.
Dadas las condiciones en las que sobreviven estas personas, es fácil imaginarse que las enfermedades no tienen ningún tipo de problemas para reproducirse en Kalakar Colony. Además de las habituales que se suelen registrar en cualquier ciudad india, tales como el cólera, la malaria o la hepatitis entre otras muchas, Kalakar Colony sufre de manera considerable el azote de la tuberculosis. La cosa llegó a tal punto que los responsables del 'slum' decidieron poner en marcha una curiosa campaña de erradicación, para lo que echaron manos de los propios artistas de la calle. Lola Feliu fue una de las responsables de esta original idea, que consiste en que estos artistas, a través de sus marionetas u otras especialidades, representan los peligros de la enfermedad y la necesidad de acudir al centro médico para el inicial chequeo y posterior diagnóstico.
Gracias a esta campaña, muchas han sido las personas que han salvado la vida de la fatal enfermedad, aunque, a pesar de ello, las bajas continúan creciendo, ya que cuando detectan una mejoría inicial abandonan el tratamiento, con lo que ya no existe posibilidad alguna de
recuperación.
Dadas las condiciones en las que sobreviven estas personas, es fácil imaginarse que las enfermedades no tienen ningún tipo de problemas para reproducirse en Kalakar Colony. Además de las habituales que se suelen registrar en cualquier ciudad india, tales como el cólera, la malaria o la hepatitis entre otras muchas, Kalakar Colony sufre de manera considerable el azote de la tuberculosis. La cosa llegó a tal punto que los responsables del 'slum' decidieron poner en marcha una curiosa campaña de erradicación, para lo que echaron manos de los propios artistas de la calle. Lola Feliu fue una de las responsables de esta original idea, que consiste en que estos artistas, a través de sus marionetas u otras especialidades, representan los peligros de la enfermedad y la necesidad de acudir al centro médico para el inicial chequeo y posterior diagnóstico.
Gracias a esta campaña, muchas han sido las personas que han salvado la vida de la fatal enfermedad, aunque, a pesar de ello, las bajas continúan creciendo, ya que cuando detectan una mejoría inicial abandonan el tratamiento, con lo que ya no existe posibilidad alguna de
recuperación.